En Madrid hay putas que no solo tocan… te recorren con las manos como si supieran exactamente dónde apretar, rozar o provocar. Masajes relajantes que empiezan suaves, con aceite caliente, y terminan donde tú quieres. Espalda, piernas, cuello… y luego bajan, despacio, hasta ponerte duro. Algunas escorts disfrutan de cada centímetro de tu cuerpo y lo hacen notar. En emasex encontrarás acompañantes que saben cómo aflojarte todo: el cuerpo, la tensión... y lo demás. Porque un buen masaje no siempre acaba con las manos.