Las chicas de La Seu d'Urgell, conocidas localmente como "urgellenques", representan una mezcla única de tradición pirenaica y modernidad catalana. Esta ciudad, capital del Alt Urgell en Lleida, ofrece un entorno especial que influye en la vida y personalidad de sus jóvenes habitantes. 

Las urgellenques son conocidas por su conexión con la naturaleza. Muchas practican deportes de montaña, aprovechando la cercanía de los Pirineos. Es común verlas haciendo senderismo en el Parque Natural del Cadí-Moixeró o practicando esquí en las estaciones cercanas durante el invierno. 

El Parc Olímpic del Segre, sede de competiciones de piragüismo en los Juegos Olímpicos de 1992, es un punto de encuentro popular. Varias chicas locales practican este deporte, y algunas incluso han llegado a competir a nivel nacional. 

La cultura catalana está muy arraigada en estas jóvenes. Participan activamente en la Festa Major de Sant Ot, donde bailan sardanas en la Plaza dels Oms y se involucran en la organización de eventos tradicionales. La gastronomía juega un papel importante en sus vidas. Muchas son expertas en la elaboración de platos típicos como el trinxat o la girella, y frecuentan la Fira de Sant Ermengol, la feria de quesos artesanos más antigua de España. 

La educación es una prioridad, y muchas estudian en el Instituto Joan Brudieu. Para estudios superiores, algunas optan por la UNED, que tiene un centro asociado en la ciudad, mientras que otras se desplazan a universidades en Lleida o Barcelona. El casco antiguo de La Seu, con su imponente Catedral de Santa María, es un lugar de encuentro habitual. Las chicas disfrutan paseando por sus calles empedradas y tomando algo en las terrazas de la Plaça dels Oms. 

Muchas urgellenques están involucradas en la preservación de las tradiciones locales. Participan en el Retaule de Sant Ermengol, una representación teatral que se realiza en la catedral, y en la Fira de Sant Andreu, donde se visten con trajes tradicionales. 

El bilingüismo es natural para ellas, hablando catalán en su día a día pero también dominando el castellano. Además, debido a la proximidad con Andorra, muchas tienen nociones de francés. 

La música tiene un lugar especial en sus vidas. Varias participan en la Coral Capella de Santa Maria o en grupos de música tradicional catalana, manteniendo vivas las melodías del Pirineo. 

Las urgellenques son conocidas por su carácter acogedor y su orgullo por su ciudad. Muchas trabajan en el sector turístico, ya sea en hoteles, restaurantes o como guías, compartiendo la rica historia y cultura de La Seu d'Urgell con los visitantes.